Mosaico #0: Las piezas de la guitarra

Abanicos musicales (Varetas armónicas #2.1)
Así como las varas de los zahoríes se estremecen cuando advierten el rumor de los manantiales subterráneos, en las varillas armónicas reverberan los sonidos primordiales de los veneros de la música.

Odisea, canto XII (Mástil y cabeza #3.1)
Un arca a la deriva, un barco sin velas, un mástil de cedro desnudo a punto de encordar a Odiseo, para que escuche desvariante los tarantos de las sirenas.

Los dados eternos (Peones #3.2)
Los peones son añosos, antiguos y humildes, pues nadie sabe que están hechos de trizas de caramillos, clavicordios y pianos. Añicos de instrumentos musicales destinados a ser costra fermentada en el costado de la guitarra.

Alta costura (Filetes moldeados #4.2)
De la costilla de un cedro, un ciprés o un abeto, nacen Evas elegantes y melancólicas, hondas y clásicas, que sólo saben arroparse de melodías.

La plata de su nombre (Boquilla #5.2)
Dejamos una señal para diferenciar un lugar o un objeto, y luego esa señal se convierte en su símbolo: el oro en la iglesia, el hierro en el toro, la plata en la guitarra. La plata de tu nombre, Juan Miguel González.

Odalisca (Aro #6.1)
Toda la guitarra ya está allí sugerida: su volumen, su sonido, su caricia y hasta la mano que abrazará esa cintura odalisca.

Negrosol (Tapa armónica #7.1)
Podría ser un molusco, una escafandra o un ojo soñado por Buñuel, pero en la noche blanca de la guitarra siempre brilla ténebre un sol negro estupefacto.

