HISTORIA
Al-mariyat Bayyana, la época musulmana
Durante el período musulmán, fue cuando Almería alcanzó su máximo esplendor, especialmente en los siglos XI-XII, tras la caída del Califato de Córdoba, convirtiéndose en un populoso centro de civilización. De esta época, la Alcazaba es el legado más importante que perdura hasta nuestros días, y otros restos como el de la Mezquita Mayor, los Aljibes Árabes o las murallas del Jairán.
Las primeras noticias fidedignas sobre la Almería Musulmana se remontan al siglo IX, cuando Abd al-Rahman encomendó la vigilancia de la costa a un grupo de yemeníes con el fin de impedir el desembarco de los normandos. Junto a la población autóctona, se formó una república de marinos con sede en Pechina, y cuya prosperidad se basaba en el comercio, especialmente con el Norte de África. Pechina se engrandeció y adquirió características de verdadera ciudad, siendo Almería en los siglos IX y primera mitad del X, el barrio marítimo de Bayyana, habitado por comerciantes y pescadores y defendido por una torre vigía o atalaya para así controlar fácilmente la bahía.
La torre de vigilancia se situaba en lo más alto del Cerro de la Alcazaba, en lo que hoy es el tercer recinto. De esta torre vigía o atalaya procede el nombre de la ciudad: Al-mariyat Bayyana, la atalaya de Pechina.
Piedra fundacional de la ciudad de Almería
Tras la victoriosa lucha contra los rebeldes mozárabes, “Abd al- Rahman III (912-961) dispuso trasladar la capital de la cora de Pechina, y la llamada atalaya de Pechina recibió el titulo de “ciudad”. Se fundó una Mezquita Mayor y se construyó una muralla unida a la fortaleza. La ciudad, quedó configurada alrededor de un núcleo central amurallado, La Medina, donde se concentraban la Mezquita Mayor o Aljama, la Alcaicería y las Atarazanas y el Zoco.
El centro religioso y comercial, lo arropaban los arrabales, Al-Hawd y La Musalla, formando ciudades independientes, donde la población se agrupaba por origen, creencias y oficios. En 1009-10 comenzó la guerra civil y la ciudad asume una de las Taifas más florecientes. Con la desintegración del Califato, a la muerte de Hixem II, Jairán se apodera de la ciudad, la independiza de Córdoba y la convierte en Reino de Taifa. Jairán amplió y reforzó la fortaleza, Almotacín alcanzó la gloria efímera al rodearse de literatos y poetas en su pequeña corte ilustrada.En este siglo XI, Almería fue el puerto más internacional de Al-Andalus. El producto que más se exportaba era la seda, de excelente calidad y numerosa variedad de tejidos, que dieron fama a la ciudad con sus múltiples telares. Almería, pese a todo, no pudo hacer frente a los Almorávides, y posteriormente, el esplendor económico atrajo la atención de los reinos cristianos, al mando de las tropas de Alfonso VII. La toma de la ciudad por los cristianos se realizó en 1147. Diez años después en 1157 los almohades la reconquistan. Esta breve conquista de la ciudad, supuso un quebranto económico.
Tras los almohades, entra el período nazarí en el siglo XIII en Almería, participando ésta en las continuas luchas internas que tuvo que afrontar el Reino Nazarí. Finalmente, mediante las campañas de 1488 y 1489, el territorio almeriense pasa a la soberanía castellana, y es el 26 de diciembre de 1489, cuando entran las tropas cristianas en la ciudad.