Historia del Paseo

Historia del Paseo

El Paseo de Almería comienza su construcción y su trazado actual a partir del año 1856, coincidiendo con el derribo de las murallas de la ciudad. Marca la línea que divide la antigua ciudad amurallada de la nueva expansión y ensanche hacia levante y el mar. Esto la convirtió en la principal vía de la ciudad. Ha sido desde entonces zona comercial y de negocios, pero también lugar principal de actividades de la ciudadanía: lúdicas, civiles y religiosas.

El Paseo discurre desde la Puerta Purchena hasta la Plaza Circular, que enlaza con la Avenida Federico García Lorca (Rambla de Almería) y con la Avenida Reina Regente hasta llegar al Puerto de Almería. Cuenta a través de todos sus edificios la historia y el desarrollo de la ciudad: desde su origen, un elitista paseo burgués, hasta nuestros días, incluyendo el agresivo desarrollo constructor de los años 60-70.

Historia del Paseo, la historia de la Almería moderna

Recorrido histórico del Paseo de Almería

Fue en el año 1856 cuando se derribaron las murallas de Almería y la cuidad se abrió hacia levante, el mar y el norte. Fue el fin de la “Ciudad Conventual” y la gran transformación urbana: la Puerta Purchena y el Paseo de Almería se convirtieron en centro neurálgico de toda actividad.

Anteriormente, ya desde el siglo XVI, en la zona donde actualmente se encuentra el Paseo, con algunas diferencias por el trazado amurallado de la ciudad o su longitud, ya existía el Paseo de la Muralla. Tomo otros nombres como el Paseo de la Alameda o Paseo de la Feria del que ya tenemos noticias en 1816,  cuando se realizaba allí la feria anual de ganados por la gracia de Carlos IV. El Real Decreto de 1807 permitió que se realizara la feria del comercio y el ganado, que a la postre fue además, el punto de partida de la tradicional Feria de Almería.

Ya en la primera mitad del siglo XIX recibió también el nombre de Paseo de Verano. En algunos escritos podemos leer también el nombre de Paseo de Campos, en honor a Juan Antonio Miguel de Campos, alcalde de aquella época. Pero según el plano de Francisco Coello de 1855, el Paseo de Campos se encontraba en el Baluarte de San Francisco, donde hoy se encuentra la plaza del Educador y el edificio Banesto.

Una vez derribadas las murallas se decide construir en esta zona un gran salón según el gusto de la época y en 1859 estará completamente edificada la primera fase. Se dedicó a Alfonso XII, por lo que se denominó Paseo del Príncipe y posteriormente (también durante el siglo XIX) Paseo de Cádiz.

Esta primera fase de lo que a día de hoy es el Paseo de Almería, antecedió al plan de ensanche almeriense de 1860, contemporáneo al de Barcelona y anterior al de ciudades como Sevilla, Madrid o Valencia. Ello nos da idea del dinamismo de Almería en esa época.

El hecho de que este primer tramo se edificara rápidamente con viviendas, aún antes de la construcción del propio Paseo, da una idea de la gran operación especulativa desatada tras el derribo de la muralla. El gran beneficiario fue Ramón Orozco Gerez (1806-81), prototipo de burgués emprendedor, que se dejó seducir por el seguro beneficio de la compra de terrenos desamortizados de los conventos de esta zona extramuros. Será el comprador del convento de San Francisco y el promotor de su urbanización, para lo cual se trazarán las correspondientes calles Castelar y Arenal.

La primera fase del Paseo fue diseñada por el arquitecto Fabio Gago. Las viviendas construidas corresponderán al modelo arquitectónico de vivienda unifamiliar de la burguesía liberal. La segunda fase, hasta Rueda López, corresponde al proyecto de ensanche de 1860 del arquitecto municipal Marín Baldó, siguiendo el Paseo en línea recta sin respetar el quiebro de la antigua muralla.

En marzo de 1867 se enciende el alumbrado de hidrógeno por primera vez.

La tercera y última fase responde a un proyecto de Trinidad Cuartara de 1874, organizando el Paseo como un boulevar con calzada central y dos paseos laterales con árboles y aceras. En 1877 Alfonso XII visitó la ciudad siendo ya rey y haciendo su entrada en coche de caballos por el Paseo del Principe. Para ello se levantó una arco del triunfo efímero diseñado por Trinidad Cuartara Cassinello (Una puerta para un rey).

En 1890 se decide construir una plaza circular en la confluencia del Paseo y la Rambla, así como una calle (Reina Regente) que une el Paseo con el puerto. Todas las edificaciones debían ajustarse a un modelo, con la aprobación del Ayuntamiento. Durante estos años, en 1892 se ilumina el paseo con luz eléctrica.

En un plano arquitectónico, en la segunda mitad del siglo XIX aparecen los miradores en los balcones como elementos característicos y representativos de las nuevas viviendas. Con su estructura volada de madera o hierro y cerrados por una cristalera, permiten “mirar sin ser vistos”, un lujo muy de agradecer en esta concurrida y animada arteria. A veces, los miradores de las casas se sobreponen a una fachada historicista anterior e incluyen cristales de colores o carpinterías con detalles modernistas de comienzos del siglo XX. Constituye una herencia del ajimez musulmán, pero ahora se convierte en un elemento de distinción socioeconómica y que puede ser diseñado con posterioridad a la vivienda. Su colocación idónea es en chaflán.

Ya en la Primera República, a principios del siglo XX, el Paseo tomará el nombre de Paseo de Orozco. En 1911, el alcalde liberal Braulio Moreno mandará hacer las aceras y pavimentar la calzada ante la visita del monarca Alfonso XIII.

Con la proclamación de la Segunda República en 1931, el Paseo pasó a convertirse en la Avenida de la República, pero tras la guerra civil en 1939 tomo el nombre de Avenida del Generalísimo.

El desarrollismo de los años sesenta y setenta del siglo XX y operaciones mucho más recientas han convertido el Paseo en una suerte de edificios en los que las viviendas burguesas son especies en vías de extinción. Paseo abajo, entre bloques de pisos, encontraremos ejemplos aislados de las distintas tipologías, del neoclasicismo al eclecticismo de la Restauración, así como nobles edificios del primer tercio del siglo XX que también conformaron aquella imagen del Paseo y de la Almería horizontal. Las medianeras resultantes en los grandes edificios son la herencia de esta difícil convivencia entre la Almería horizontal de la arquitectura tradicional y la Almería vertical de los bloques de pisos posteriores a los años sesenta del siglo XX.

Tras la llegada de la democracia, en 1979, esta importante calle del entramado urbano de la ciudad acaba recibiendo su nombre actual, Paseo de Almería.

Durante estos 40 años, su trazado ha sido lugar de manifestaciones, de marchas sociales, de celebraciones de la Feria del Medio Día, del ascenso de la SAD Almería a la primera divisón, la popular Cabalgata de Reyes y por supuesto, es carrera oficial de la Semana Santa de Almería, declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional de Andalucía en 2003.

Durante los últimos años también ha sido lugar de reunión para otro tipo de actividades como “La noche en negro” y “La noche en blanco”, así como zona de juegos para niños durante los fines de semana, todas estas, actuaciones que ayudan a la dinamización social y comercial de El Paseo de Almería.

Además, ya se plantea la futura peatonalización del Paseo de Almería, para encontrar una nueva relación del espacio con la ciudadanía.

Bibliografía:

Almería de Bolsillo.
Guías de Almería. Territorio, Cultura y Arte. La cuidad de Almería.
Wikipedia. El Paseo de Almería.

Planos de Almería y del Paseo

A continuación se muestran algunos planos y secciones de planos de Almería que permiten ver la evolución de la ciudad y en especial de la zona por la que transcurre el Paseo de Almería. Para una mayor comprensión, recomendamos tomar como referencia la Puerta Purchena, que mantiene su posición, representada en el plano de 1770-1790 con un número 8. Se observa que la puerta de Purchena al inicio se encontraba construida hacia el interior de la muralla.

Los planos de Juan Prats de 1847 y de Coello de 1855 son anteriores a la construcción del Paseo, y en ellos podemos ver que la Puerta de Purchena ya se encontraba a la misma altura que la muralla perimetral de la ciudad conventual. En el plano de Coello se observa de forma clara la «Alameda de la Muralla de Purchena o Alameda de Verano», así como el Paseo de Campos que se encontraba sobre el Baluarte de San Francisco.

En el plano de Joaquín Pérez de Rozas del año 1864 ya se encuentra construida la mitad del Paseo de Almería, siendo su trazado completo a partir del plano de Gabriel Pradal Ruiz de 1897.

Plano interactivo a partir del plano de D. Joaquín Pérez De Rozas en 1864.Realizado por el IES Celia Viñas.

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