La Plaza Circular

La Plaza Circular

Realmente la Plaza Circular (Plaza Emilio Pérez) no pertenece a El Paseo de Almería, si bien es la plaza que lo cierra y que lo enlaza con la Rambla Federico García Lorca y con la Avenida Reina Regente.

Los antecedentes de la plaza se remontan a finales del siglo XIX, cuando se proyecto la prolongación de El Paseo desde la C/Rueda López hasta la Rambla, naciendo así el bulevar, definido por un andén central como Paseo y protegido lateralmente por la sombra de esbeltos plátanos de Indias. Pero este espacio desaparición con la remodelación del Paseo a finales de los años 50.

Se aprovechó el encauzamiento de la Rambla tras las trágicas inundaciones de 1891 para urbanizar la Plaza. Se diseña según el modelo barcelonés de ensanche, con edificios en chaflán.

Una de las características de esta plaza es que en ella se sitúan edificios de diferentes estilos y épocas. Por un lado la Casa Peña, situada en el chaflán entre el Paseo de Almería y la Avenida Federico García Lorca, proyectada por Enrique Rull en 1.907. Pero en su esquina opuesta podemos disfrutar de la Delegación Provincial del INSS de 1.947 y arquitectura Franquista. Frente a este encontramos la Casa Montoya, vivienda realizada por Guillermo Langle en 1.928 y que es una rareza de la arquitectura almeriense. Por último, la plaza (cerrada solo en 180º) en su conexión con la Avenida Reina Regente tiene la antigua Delegación del Banco de España, de 1.953 que corresponde al canon de la arquitectura franquista del momento.

La Plaza Circular o Plaza Emilio Pérez

Fotografía. Taller Agencia

Edificio Peña

Realizado en 1907 por el arquitecto Enrique López Rull, la casa Peña es un edificio de viviendas en su entreplanta y las tres superiores, con planta baja comercial. Se encuentra en chaflán entre el Paseo de Almería, la Avenida Francisco García Lorca y la Plaza Circular. Muestra un eclecticismo monumentalista, que potencia la portada de ingreso y destaca visualmente el chaflán mediante dos cuerpos de miradores en las esquinas que recorre el cuerpo de pisos.

La estética responde a los gustos historicistas del eclecticismo tardío, con cierta influencia modernista.

Fue el primer edificio de la ciudad en tener ascensor

Bibliografía:

Guía de arquitectura de Almería.

Casa Montoya

Esta significativa vivienda ubicada en la esquina de la calle Gerona, es un proyecto de Guillermo Langle Rubio de 1.928 y una excepción y rareza de la arquitectura almeriense, por responder a unos modelos foráneos. Su diseño debía reflejar para su propietario el carácter de prohombre de la burguesía almeriense y con un claro afán diferenciador mediante la utilización de un estilo extraño y contradictorio al clima subdesértico de Almería: el regionalismo montañés.

Este estilo característico de la cornisa cantábrica, queda patente tanto en elementos constructivos (tejado a dos aguas, grades aleros, zócalos de piedra, porche de acceso, escudo heráldico) como en los materiales (madera vista, tejas, piedra y ladrillo).

La casa fue habitada por la empresaria turística y filántropa Francisca Díaz Torres, quien la donó en al ayuntamiento de Almería en 1.984 a título póstumo a fin de que fuera convertida en Museo. Actualmente, la casa de Doña Pakyta se ha convertido en la primera sede del Museo de Arte de Almería, donde disfrutar de una amplia panorámica del arte almeriense desde la década de 1.880 hasta la de 1.970.

Cabe destacar las obras del Grupo Indaliano de finales de 1940 e inicios de 1950 con especial atención a los “siete” que conformaron el grupo inicial: Perceval, Capuleto, Rueda, López Díaz, Alcaraz, Cañadas y Cantón Checa.

Visita el Museo.

Bibliografía:

Guía de arquitectura de Almería.

El entorno de la plaza se completa con dos edificios que corresponden a una época y arquitectura posterior al Edificio Peña y la Casa Montoya: la Delegación Provincial del INSS (1947), en el chaflán con la calle Gerona, y la antigua Delegación del Banco de España (1953).

Ambos corresponden a los cánones de la arquitectura clasicista del franquismo, donde el revestimiento pétreo otorga un toque grisáceo a la fachada y subraya la monumentalidad y perennidad pretendida para estos edificios oficiales y el propio régimen. Destaca la Delegación del Instituto Nacional de la Seguridad Social (del arquitecto Álvarez de Sotomayor) con su tipología de bloque de viviendas (ventanas recercadas recorriendo todo el cuerpo de la fachada), pero con la monumentalidad del pórtico clásico de entrada, coronado por un antiguo águila, alegoría a la España imperial nacida en 1939.

 

Bibliografía:

Guías de Almería. Territorio, Cultura y Arte: La ciudad de Almería