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Convento de las Puras


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El convento de clausura conocido como Convento de las Puras, que acoge a las religiosas de la Congregación de Concepcionistas Franciscanas de Almería, representa uno de los conjuntos artísticos más importantes de la ciudad. La construcción se remonta a la fundación del convento en 1515, pocos años después de la conquista de la ciudad por los reyes Católicos en 1489.

El origen de este convento estuvo en tres huertas, con sus respectivas casas con torres, propiedad de D. Gutiérrez de Cárdenas, primer alcaide cristiano de la ciudad, que fueron cedidas en su testamento, firmado en 1498. En el mismo, ordenó la fundación de un convento dedicado a la Orden de Santa Clara. Tras su muerte, en 1503, el rey Fernando el Católico dispuso que se cumpliera el testamento, pero su esposa Doña Teresa Enríquez, cambió la titularidad por la de orden de la Limpia Concepción de Nuestra Señora, Las Puras.

Su historia abarca una amplia cronología artística que va desde el mudéjar hasta el barroco, con abundantes reformas y transformaciones.

De la edificación destacan la iglesia, el claustro y la zona del compás de acceso desde la calle Cervantes, con una portada del siglo XIX, así como un claustro en la zona posterior. La fachada principal de la iglesia del convento, del siglo XVIII, acoge su portada principal barroca, con una pequeña Inmaculada, así como la torre mudéjar adosada del siglo XVII, desde la que en la época se podía vislumbrar la Plaza de la Catedral.

El interior, con una sola nave, acoge una de las joyas del barroco almeriense, su Altar Mayor, con la Inmaculada en el centro del retablo y las imágenes de San Francisco y Santa Clara. Una de las capillas de la iglesia es la de Santa Beatriz de Silva, la fundadora de la Orden a la que pertenecen las monjas que aquí viven. Es la capilla mausoleo de la familia de Jesús de Perceval.

En 2015 el Convento celebró su V Centenario, lo que lo convierte en el más antiguo de la ciudad de Almería.

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